"Skimming": un nuevo tipo de fraude en España
Las estafas están a la orden del día, y es habitual que se escuchen muchas de ellas relacionadas con las tarjetas de crédito. Y es que el poder pagar sin necesidad de llevar dinero en efectivo supone grandes ventajas y comodidades para los consumidores, pero también implica una serie de riesgos, y así lo advierte la Guardia Civil.
A menudo la benemérita avisa a los españoles a través de sus redes sociales de posibles peligros relacionados con estafas y cómo prevenirlas, y esta vez, ha puesto en alerta a todos los usuarios de tarjetas de crédito, advirtiéndoles de que deben tomar ciertas precauciones al usarlas.
Peligros del 'skimming'
A través de su cuenta de la red social X (antes Twitter) la Guardia Civil advierte a los españoles sobre los peligros del ‘skimming’. Esta estafa, cuyo nombre proviene del término en inglés ‘to skim’ que significa hojear, no es ni más ni menos que lo que se conoce como clonar una tarjeta de crédito.
Cómo evitar el 'skimming'
Para evitarlo, las autoridades recomiendan no perder de vista la tarjeta cuando se realicen pagos con ella en tiendas y supermercados. Y es que para clonarlas solo bastan unos segundos que pueden tener unas graves consecuencias, ya que una vez capturados los datos, estos se podrán utilizar para realizar pagos.
Para evitarlo, además de mantener la tarjeta de crédito o débito siempre a la vista cuando se esté realizando un pago en cualquier comercio, hay que recordar no compartir con nadie el PIN, evitar utilizar los cajeros automáticos situados en el exterior y buscar signos de posibles alteraciones antes de utilizarlos.
Es conveniente además revisar de forma habitual los extractos bancarios con los movimientos de la tarjeta para detectar cuanto antes posibles cargos que no se han realizado por uno mismo.
Devolución de dinero en caso de fraude
El banco devuelve el dinero gastado con la tarjeta de crédito de forma fraudulenta hasta cierto límite. La Directiva (UR) 2015/2366 del Parlamento Europeo, limita la responsabilidad del usuario a 50 euros en caso de uso fraudulento de su tarjeta de crédito. De este modo, en caso de una estafa con un cargo de 200 euros, el consumidor respondería por 50 euros y el banco tendría que devolverle los 150 euros restantes.
En el caso de que constase una denuncia por robo o duplicado de la tarjeta de crédito, el banco tendrá que responder por el 100% del dinero defraudado.